Datos personales

viernes, 28 de enero de 2011

Shenzhen 28-01-201


Es admirable, por encima de todo, la capacidad de supervivencia de este pueblo, al margen de la guasa y las bromas  que a mi maquiavélica imaginación afloran a diario, sin que se malinterpreten no dejan de ser mi particular manera de venganza, por la falta de comunicación y porque mi mentalidad colonizadora no me permite verlos como a iguales, necesito tirar del humor para hacerlo más llevadero y soportar las diferencias culturales con una sonrisa, pero ante todo y por encima de los prejuicios, lo que destacaría es su capacidad de supervivencia.

 En su manera de vivir, caminar, conducir, trabajar...en todas sus tareas diarias lo que prevalece es la pura ansia por la subsistencia, por la lucha continua en una sociedad en vías de desarrollo e híper poblada, donde hay tanta competencia, sacando recursos de donde no los hay, cocinando platos suculentos de lo que nosotros en el "primer" mundo tiraríamos, trabajando 20 horas al día copiando tecnología extranjera soportando la explotación de multinacionales, siendo consciente como creedme lo son, de que son mano de obra barata, negociar sonrientes con occidentales que vienen con la cartera rebosante de dólares y aceptar que los "engañen"…ya veremos, a la larga y en un futuro me temo no muy lejano, cuál es su venganza

Sin duda, si esta gente llegan a ser la siguiente potencia mundial, se lo habrán ganado a pulso, no será fruto de la casualidad sino de un arduo y continuo esfuerzo de superación, por todo ello, hoy por hoy los admiro, mañana quien sabe, retomaré la sátira o ya veremos…

4 comentarios:

Planetoide dijo...

Sabes? a Kipling le pasó algo parecido con los japoneses. Acostumbrado a sentirse superior al nacer en la India y estar cubierto por la grandeza del Imperio Británico a sus espaldas veía a cualquier otra civilización como poco más que una tribu inferior. Al viajar a Japón su concepto inicial era ese, y se reía de los absurdos y rarezas de lo que veía. Pero poco a poco, fue entendiendo, empezó a dudar y hasta a admirar, lo cual le hizo huir de japón antes de lo previsto porque le era inconcebible no ya poder respetar, sino admirar a otra cultura y otra raza... un gran escritor, pero un cacho de nazi masónico imperialista del carajo bendito :D

un abrazo, guapa

Inma Macias dijo...

Guau!! Es la primera vez que te veo seria!! Que le han hecho a mi prima, que me la devuelvan!!! Besosssss

Rafa dijo...

Arte, musho arte y, ahora, reflexiones sobre la sociedad. Escribe, Espe, que echamos de menos tus cosas!

Anónimo dijo...

Estas echa un puto crack amiga!! q grande te estas haciendo!! ahora kien te admira soy yo!!
besotes bonita
Mariki